Uno de los efectivos clave en el cuerpo humano para garantizar nuestra salud y bienestar es el sistema inmunológico, que es el responsable de rechazar los microorganismos que pueden afectar al buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Por ejemplo, en caso de sufrir una herida abierta, es el sistema inmunológico el encargado de mantener la herida limpia, sin infecciones, y de iniciar la cicatrización.
Hay varios síntomas de «ataques» a nuestro cuerpo, como las inflamaciones o la fiebre, que son obra precisamente del sistema inmunológico y desgraciadamente, muchos de los tratamientos de la medicina convencional consisten en paliar estos síntomas antes que en buscar y tratar la causa, un procedimiento al que algunos expertos se refieren como «enmascaramiento».
Este tipo de tratamiento, centrado más en deshacerse de los síntomas que en buscar la causa de la dolencia, es de lo más habitual en nuestra sociedad cuando se recurre a la medicina convencional. Por ejemplo, en caso de sufrir una inflamación y dolor agudo en la espalda, el objetivo de la medicina convencional será paliar este dolor y deshacerse de la inflamación con medicamentos. ¿Cuál era la causa de la inflamación en primer lugar? Pues es posible que, si no se repite exactamente del mismo modo y en un período corto de tiempo, no se descubra por medios de la medicina convencional, ya que el objetivo de combatir el dolor y la inflamación ya están cumplidos, y buscar la causa se convierte en algo secundario. Un procedimiento que parece que se centra más en «deshacer» el trabajo del sistema inmunológico que en descubrir el origen de los síntomas.
La quiropráctica, en cambio, puede convertirse en un aliado para nuestro sistema inmunológico, ya que varios estudios avalan que los ajustes que se practican para fortalecer el sistema nervioso y la columna vertebral, también colaboran en fortalecer y hacer más efectivo a nuestro sistema inmunológico, ya que la conexión entre los dos sistemas es muy importante, y el hecho de trabajar
para desarrollar el sistema nervioso, tiene consecuencias positivas para la eficiencia del sistema inmunológico.
Además, los tratamientos quiroprácticos para dolencias concretas no consisten en enmascarar las inflamaciones o los dolores con medicamentos químicos, sino que trabaja para paliar los síntomas con ajustes manuales y de forma natural pero a la vez, descubrir la causa de dichos síntomas. Por este motivo, visitar una consulta quiropráctica como la nuestra de forma periódica, puede ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunológico y reforzar nuestra salud y bienestar de manera completamente natural.
Comentarios cerrados